Desde el PCE este 8 de marzo llamamos a la
movilización porque entendemos que no puede haber paz social sin una salida
social de la crisis y no puede haber salida social de la crisis sin el
reconocimiento de los derechos de las mujeres. Por eso es imprescindible el
empoderamiento y la incorporación de las mujeres de forma activa para construir
la alternativa anticapitalista y antipatriarcal que necesitamos.
Sin la incorporación de las mujeres no va
a ser posible avanzar hacia la ruptura democrática por un nuevo modelo de país
que se construya sobre los cimientos de la igualdad, en un nuevo escenario de
relaciones de poder entre hombres y mujeres. Entendemos que un proceso
revolucionario y de cambio no podrá darse sin contar con el 51% de la
ciudadanía.
Por ello es fundamental la paridad en los
espacios de decisión, porque sin las mujeres en este proceso y sin el feminismo
no será. Desde el PCE insistimos en que la paridad debe contemplarse como una
línea roja intransferible para toda la izquierda transformadora en tanto que su
ausencia no puede ni debe justificarse tras un orden de prioridades.
La emancipación y la libertad de las
mujeres están en juego con los gobiernos del bipartidismo monárquico, antes el
PSOE y ahora el PP que obedecen a las políticas de la Troika, rebajándonos los
salarios y las condiciones de trabajo con las sucesivas reformas laborales,
ocasionando el incremento progresivo de la desigualdad salarial entre mujeres y
hombres.
Hoy las mujeres trabajadoras vivimos
situaciones de extrema precariedad laboral. La mayoría conformamos el último
eslabón de la cadena, sufriendo la sobreexplotación en condiciones infrahumanas
y cada vez más desprotegidas de los abusos empresariales.
La tasa de ocupación de las mujeres en
España es del 50,3%, 9 puntos por debajo de la de los hombres. Con el añadido
de que el 25,3% de las mujeres es a tiempo parcial, mientras que el de los
hombres representa el 7,8% (Eurostat). Es una forma más de discriminación
indirecta.La media del salario de las mujeres, supone en el sector privado el
19,3% menos que el salario de los hombres y en el sector público el 10,1%
(Eurostat).Simultáneamente la ocupación femenina corresponde al 68% de la
población asalariada con ingresos inferiores al Salario Mínimo
Interprofesional.
No es casual tampoco de que los sectores
de actividad con salarios más bajos y con mayor brecha salarial, son
generalmente sectores feminizados.En España aún existen convenios colectivos
que continúan discriminando a lasmujeres, por el escaso control de complementos
retributivos que ayudan a aumentar la brecha salarial y porque todavía se admiten
categorías en femenino.
Por todo ello, porque las mujeres queremos un trabajo
digno, vamos a responder el 8 de marzo en las calles para exigir nuestros
derechos, porque queremos que a trabajo de igual valor, igual remuneración.
Porque queremos el reparto del trabajo.
Porque queremos más empleo público de
calidad, en sanidad, educación y dependencia. Porque queremos igualar los
permisos de maternidad y paternidad. Porque queremos acabar con la economía
sumergida.
Porque la falta de trabajo digno es un
yugo que esclaviza a las mujeres, que las hace más vulnerables ante la
violencia machista y, en su forma más extrema, la prostitución.
Porque queremos ser libres y vivir en igualdad.
Por todo ello exigimos leyes que
garanticen la creación de empleo garantizado y digno para las mujeres.
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