sábado, 7 de diciembre de 2013

LA EXIGENCIA DE UN PROCESO HACIA LA REPUBLICA SALE A LAS CALLES DE BILBAO




Casi un centenar de personas elevaron la voz para manifestarse contra el orden impuesto, contra este sistema que sume en la pobreza más absoluta a la mayoría ciudadana en beneficio de una minoría, despojándola de sus derechos más básicos, a la vez que limitando libertades y coartando cualquier elemento de participación democrática.Un sistema que, desde el PCE-EPK consideramos agotado, injusto y con graves carencias democráticas:


• Por un bipartidismo producto de una deficiente representatividad que, además, no puede ofrecer ya sino más pobreza, más injusticia y más corrupción, con el vaciamiento, cuando no incumplimiento, del actual modelo constitucional.

• Porque los derechos sociales recogidos en la Constitución se han convertido desde el principio en papel mojado. Así ocurre, entre otros, con el derecho al trabajo (art. 35) y el derecho a una vivienda digna (art. 47), resultando un sarcasmo que a la vez se afirme que los poderes públicos realizarán una política orientada al pleno empleo y que impedirán la especulación del suelo.

• Porque es un régimen monárquico corrupto y con ilegitimidad de origen, con un Jefe del Estado no elegido sino puesto por el dictador Franco, como institución arcaica carente de los más elementales supuestos democráticos.

• Un régimen que permite que permanezca de forma vergonzosa sin resolver la impunidad del franquismo para con sus víctimas, negándoles la verdad, justicia y reparación.

• Una administración de Justicia que no cumple con el derecho de todos los ciudadanos a una justicia rápida, justa y efectiva, en lugar de la desigualdad ante la ley, la impunidad, los indultos selectivos y la ausencia de una separación real de poderes.

• Una política educativa, en la cultura y en los medios de comunicación que no están orientadas al pleno desarrollo de las personas, la inteligencia y el disfrute, sino en crear súbditos mediatizados por un pensamiento uniforme.

• Porque su modelo económico es incapaz, por su propia naturaleza, de ofrecer una vida digna a los millones de trabajadores en desempleo, a los miles de ciudadanos desahuciados, a los jóvenes que trabajan en precario, a los jubilados que sobreviven con pensiones de miseria, etc.

• Porque las reivindicaciones de los diferentes pueblos a su derecho a decidir en un marco de mejor convivencia no encuentran solución en el actual Estado de las autonomías.

• Porque las libertades democráticas y al derecho de opinión, expresión y manifestación están siendo seriamente limitados y reprimidos.

• Porque la política exterior se distingue por el sometimiento a los intereses de Estados Unidos y la OTAN, colaborando en guerras imperialistas de agresión.

Estos y otros elementos rechazables caracterizan al régimen actual y a las políticas que lo sustentan hacen que nosotras y nosotros, queramos presentar una propuesta para un nuevo modelo, formada por mujeres y hombres dueños de su destino, que pueda ofrecer un futuro próximo en mejores condiciones de ser vivido. Esta propuesta que hacemos es LA REPÚBLICA.

Una República como ruptura con el modelo monárquico y neoliberal salido de la transición, que establezca un modelo de estado más democrático, de más libertad e igualdad, donde la ciudadanía sea el sujeto principal de cualquier acción de gobierno y donde sus derechos y obligaciones estén constitucionalizados y exigibles por ley, teniendo como base los siguientes fundamentos:

1. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, con la igualdad real entre mujeres y hombres, como punto de partida irrenunciable en la construcción del nuevo ordenamiento jurídico para satisfacer las necesidades de las personas.

2. Un Estado  donde partiendo de la igualdad de derechos y deberes, con solidaridad y cohesión social, respete el derecho a decidir de los pueblos.

3. Un Estado laico que garantice el ejercicio de la libertad de conciencia de todos los individuos y la separación entre iglesias y Estado, con una educación que sea pública, laica, universal, gratuita y de calidad, y una cultura al servicio de la inteligencia, la igualdad y la libertad.

4. Una Democracia radical donde la ciudadanía disponga de cauces para su efectiva participación en lo público, con respeto a su voluntad a través de un sistema electoral justo y otros instrumentos de intervención y control ciudadano. Incompatible por lo tanto con la monarquía donde la jefatura del Estado es hereditaria.

5. Un Estado solidario y por la paz, con una reforma fiscal que establezca la aportación a lo común según las capacidades de cada cual, que permita la distribución social de la riqueza para cubrir las necesidades de lo público y de las capas sociales más necesitadas. Una política exterior basada en la paz y la legalidad internacional para la resolución de conflictos y la cooperación entre los pueblos.

6. Una Economía al servicio de las personas y respetuosa con el medio ambiente, con servicios públicos de salud, educación, servicios sociales, pensiones..., que tienen que estar excluidos de su privatización como garantía de satisfacer derechos para todas las personas. Establecer una banca pública, acometer la reforma agraria, garantizar el acceso a medios de comunicación, etc. El derecho a la vivienda y a un trabajo de calidad, con protección contra el desempleo.

7. La Ética y la Racionalidad como criterio en la gestión de lo público; eficacia, transparencia y sobriedad.. Contra el consumismo desaforado y con erradicación total y penada de todo tipo de corrupción como lacra inasumible en el modelo de sociedad que defendemos.

Por todo ello, muchas bilbainas y bilbainos manifestamos nuestra firme intención de impulsar un PROCESO CONSTITUYENTE REPUBLICANO para la construcción de esta propuesta que está abierta sobre estos y otros elementos a la participación de todas y todos para llenarla de contenido, promoverla y defenderla.

En 1931 la bandera tricolor inundó las calles de pueblos y ciudades abriendo la puerta al cambio político y social, y a la esperanza. Ahora hay que abrirla de nuevo, afirmando con rotundidad que NO RENUNCIAMOS A NUESTRO FUTURO, a un futuro de libertad, igualdad y solidaridad, de más justicia y más democracia, como será el que consigamos con nuestro compromiso por la REPÚBLICA que propugnamos.

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